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II Congreso Nacional de Ciencia Política por José Antonio Rivas Leone

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Por José Antonio Rivas Leone


Nos correspondió por segundo año consecutivo reunirnos en los espacios del Aula Magna para celebrar la 2º edición del Congreso Nacional de Ciencia Política (II CONCIP), durante los días 15 y 16 de mayo de 2025, evento académico que se debió al esfuerzo de las autoridades universitarias no sólo de la ULA a través de su rector, sino de otras universidades, decanos, directores, profesores, investigadores, patrocinantes, medios de comunicación, sin duda alguna, destacar la presencia de nuestros estudiantes universitarios no sólo de las escuelas de Ciencia Política, sino carreras afines de las diversas universidades públicas y privadas, y reconocer la labor de Andrés Hernández (presidente del Centro de Estudiantes – Escuela de Ciencias Políticas – ULA) y todo el equipo del comité organizador que con limitaciones de toda índole fraguaron un programa ambicioso de actividades durante dos intensos días, con la asistencia de una serie de figuras nacionales e internacionales, básicamente prominentes académicos no sólo del campo estrictamente politológico sino de disciplinas muy cercanas.

El Aula Magna de la Universidad de los Andes se vistió de gala como sede del II CONCIP para albergar a nuestros a profesores locales, nacionales e internacionales que en su conjunto disertaron sobre variados temas y aspectos de la política nacional, la geopolítica y el multilateralismo, flagelos y problemas en la región latinoamericana, relaciones internacionales y la gobernanza actual en una época sin lugar a dudas de creciente complejidad, pasando por el análisis de la democracia, la institucionalidad democrática, el militarismo, la desinstitucionalización democrática, la pretendida propuesta de reforma constitucional y sus amenazas, hasta temas de profunda relevancia vinculados a la economía nacional, sanciones, post rentismo, escenarios económicos, inteligencia artificial, incluyendo la clase magistral a cargo del profesor Edgardo Lander sobre reacomodos geopolíticos globales.   

Es importante señalar que las universidades públicas y privadas, sus autoridades y fundamentalmente sus académicos les corresponde como aconteció reflexionar, analizar, debatir los innumerables problemas, procesos y fenómenos de variada naturaleza que se suceden en el contexto global, latinoamericano y venezolano. En lo institucional y personal debemos agradecer la presencia y el respaldo de la Universidad Metropolitana, Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela, Universidad del Zulia, la Embajada de la Confederación Suiza, y por supuesto de los colegas decanos y además amigos cercanos, Dr. Jesús María Casal (decano Facijup UCAB); y Luis Oliveros (decano Faces Unimet), quienes además disertaron sobre la propuesta de reformar la Constitución. Examen sobre la justificación democrática y los límites de una revisión constitucional y Sanciones y economía venezolana. ¿Herramientas de cambio o profundización de la crisis?, respectivamente.      

El II CONCIP permitió una veintena de intervenciones y ponencias que revelan no sólo el talento de nuestras universidades, de sus profesores e investigadores, sino, además, la preocupación que nos ocupa a todos por una serie de temas, investigaciones y áreas de profunda transcendencia local, nacional e internacional con una perspectiva rica, compleja, fértil y transdisciplinaria entre el derecho, la sociología, la economía, la criminología, la ciencia política como disciplinas de las ciencias sociales que tienen enormes retos en la contemporaneidad, precisamente en el horizonte actual complejo y confuso de la política y la democracia que se entremezcla con crisis ecológicas, migraciones, xenofobia, flujos financieros, desempleo, terrorismos variados, nuevas esclavitudes, la reducción del Estado y sus consecuencias, pobreza, desempleo, pandemias, problemas energéticos, y demás situaciones y fenómenos que requieren respuestas, decisiones y soluciones en beneficio de nuestros ciudadanos y urbes, y donde la política debería recobrar su papel de nobleza y servicio, y hacerlo precisamente a través de la democracia y del andamiaje institucional que la sustenta (partidos – gremios – instituciones diversas) frente a las tentaciones de corte autoritario y populista muy típicas de la región y de otros ámbitos geográficos.   

No tengo dudas de que vivimos y nos corresponde desenvolvernos, pensar y actuar en una época de una complejidad que no tiene antecedentes. La ciencia política, la sociología, el derecho, la economía, la criminología están demandadas en la procura de repensar y rehacer sus hipótesis, sus categorías en función de unas realidades, unos ámbitos ciertamente muy complejos, sobre los cuales la academia mundial, las universidades, los profesores e investigadores reitero estamos obligados a intentar describir, analizar e incluso predecir haciendo prospectiva, simulación, modelaje y escenarios políticos, geopolíticos, económicos, energéticos y demás. 

Reitero los desafíos que tenemos en el seno de las ciencias sociales y especialmente la ciencia política, son monumentales en este mundo mutante y plagado de una mistura de fenómenos, que por su velocidad y dimensión nos impactan y exigen su debido tratamiento, un mundo que se debate entre certezas e incertidumbres dependiendo de la fortaleza del estado, la institucionalidad democrática y entramado legal y financiero.   

Cabría preguntarnos la pertinencia  de las herramientas teóricas, códigos, enfoques, esquemas, autores y análisis que disponemos para interpretar en la actualidad, las formas de concebir la vida, los hábitos, el espacio, el amor, el tiempo, las obligaciones, la educación, los roles, las ideologías, el papel del Estado, el trabajo, la familia, las estructuras, la comunidad, las instituciones, la pareja, la inteligencia artificial, las ideologías políticas, el propio derecho y nuevas corrientes de pensamiento político, jurídico y constitucional, también estamos registrando mutaciones en los hábitos, costumbres, conductas y crímenes, la política y la democracia se encuentran sometidas a nuevos retos a los cuales no podemos darles la espalda, y estamos obligados a estudiar, analizar, en la procura de intervenir, proponer y aportar en un país y sociedad que registra insisto una multiplicidad de problemáticas y crisis en muchos aspectos. 

Como decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Criminológicas de la Universidad de los Andes, no me queda sino reiterar en esta columna que el diario El Nacional me concede los miércoles, nuestro júbilo y satisfacción por los diversos esfuerzos de autoridades, profesores, personalidades, estudiantes al darse cita en Mérida y permitir desarrollar un evento académico de alto nivel en una ambiente universitario plural, debatir la amplia temática que conformó el programa de este II CONCIP, y por supuesto seguir apostando a nuestras universidades, sus profesores y sus estudiantes en función de una sociedad que reclama transformaciones, rectificaciones y avances en todos los órdenes.  

rivasleone@gmail.com





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