Mérida, Junio Viernes 13, 2025, 06:02 pm
Me
preguntaron en mi consultorio en la aplicación “Amén” por qué los evangelios apócrifos no fueron aceptados y si es
pecado leerlos, lo cual me pareció un tema interesante para darle pública
respuesta.
Estos
“evangelios” no son aceptados como canónicos por la Iglesia Católica y muchas
otras denominaciones cristianas por varias razones:
1. Origen y
Autoría: Muchos de estos textos fueron escritos mucho después de la muerte de
los apóstoles, por lo cual no se consideran genuinamente apostólicos. La
autenticidad de la autoría es un criterio crucial para aceptar un texto como
parte del canon.
2. Relación con
la Tradición: Los evangelios canónicos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) están en
armonía con la tradición apostólica y las enseñanzas que han sido transmitidas
a lo largo de los siglos lo cual les otorgaba una autoridad especial como
testigos directos o transmisores fieles de las enseñanzas y la vida de Jesús.
Los apócrifos, en cambio, a menudo presentan enseñanzas que son inconsistente
con la fe cristiana ortodoxa. Los evangelios “canónicos” (Mateo,
Marcos, Lucas y Juan)
fueron aceptados porque se creía que tenían una conexión directa con los
apóstoles de Jesús o con sus colaboradores cercanos. Mateo y Juan fueron
apóstoles, mientras que Marcos fue asociado con Pedro y Lucas con Pablo.
La
mayoría de los evangelios apócrifos surgieron más tarde, a menudo en el siglo
II o incluso después. Sus autores eran desconocidos, pseudoepigráficos o
pseudónimos (es decir, atribuían falsamente sus escritos a figuras apostólicas
para ganar credibilidad). La falta de conexión directa con los apóstoles
levantó sospechas sobre su autenticidad y la fidelidad de su contenido a la
tradición apostólica original.
3. Contenido
Teológico: Muchos evangelios apócrifos introducen elementos doctrinales que no
son aceptados por la Iglesia, como ideas gnósticas, que negaban la encarnación
real de Cristo o la importancia del sacrificio redentor. Los canónicos, en
cambio, presentan un retrato de Jesús y sus enseñanzas consistente con el resto
del Nuevo Testamento y con la tradición cristiana primitiva. Por ejemplo,
algunos evangelios apócrifos se centran en supuestas enseñanzas secretas de
Jesús, o presentan una visión diferente de la naturaleza de Jesús, su
crucifixión y/o resurrección.
4. Criterios de
Inclusión: En el proceso de formación del canon, se utilizaban ciertos
criterios que debían cumplirse, como el uso general en la liturgia, la
coherencia doctrinal y la conexión con los apóstoles. Los apócrifos no
satisfacen estos criterios, a menudo eran conocidos y utilizados por grupos
particulares, o en regiones específicas, pero no fueron reconocidos por la
Iglesia en general como Escritura normativa para la fe y la práctica.
5. El papel del
Magisterio: el proceso de canonización de los evangelios (y
de todo el N.T.)
fue un proceso complejo que tomó varios siglos. La Iglesia primitiva, guiada
por la tradición apostólica y el Espíritu Santo, discernió cuáles escritos eran
auténticos, autoritativos y conformes a la fe recibida de los apóstoles. Ha
habido varios concilios y sínodos a lo largo de la historia que determinaron
qué textos serían considerados canónicos. Las decisiones tomadas en estos
encuentros se basaron en los criterios mencionados. Todo culminó en los
criterios establecidos por la Iglesia primitiva para garantizar la autenticidad
y la fe ortodoxa.
Respecto
a si es pecado leerlos: Lo primero que diré es que si fuese pecado no se
venderían en las librerías católicas, no se encontrarían fácilmente en sitios y
portales católicos y la Iglesia no los hubiese utilizado para extraer datos que
la tradición ha utilizado para evangelizar, como por ejemplo los nombres de los
Reyes Magos, y los datos sobre los padres de la Virgen María. No, no es pecado
leerlos, sin embargo, es crucial abordarlos con precaución, discernimiento y un
entendimiento claro de que no son parte de la Sagrada Escritura. Dios con
nosotros.