Nuevas Crónicas de Historia Universitaria (48)
La Universidad de Los andes en el periódico Universidad (1956-1958) por Alí Enrique López Bohórquez (*)

En otras Crónicas hemos destacado la discontinuidad histórica en la Universidad de Los
Andes en lo que respecta a actividades complementarias relacionadas con la
enseñanza, la investigación y la extensión. No así en cuanto a su estructura
académica que, prácticamente, se ha mantenido invariable desde 1958 hasta
nuestros días, sobre todo en la continuidad de programas de enseñanza de las
distintas carreras, algunos de los cuales datan de más de cincuenta años, con
escasa adaptación y actualización a los vertiginosos cambios que han ocurrido
en la presente era de la informática. En esta oportunidad vamos a referirnos a un
órgano de comunicación escrita que, por haber sido instaurado en la época de la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez, tuvo corta continuidad al comienzo de la era
democrática. Nos referimos a Universidad.
Órgano Quincenal al
Servicio de la
Cultura Venezolana, editado entre 1956 y 1958. Antes de su creación, la ULA comunicó sus actividades a
través de publicaciones periódicas como el Anuario
de la Universidad
de Los Andes (1891-1900), la Gaceta Universitaria
(1904-1947), Bibliotheca. Revista de los Servicios Bibliotecarios (1954-1956)
y Universitas Emeritensis
(1954-1961). Publicaciones que también son ejemplo de la discontinuidad a la
que nos referimos, pues aunque prestaron un notable servicio comunicativo de lo
que acontecía en la institución y de la información acerca de los primeros
ensayos de investigación, correspondientes a los años en que estas
publicaciones estuvieron vigentes, desaparecieron en distintos momentos. A
partir de 1954, paralelamente a estas publicaciones periódicas, las Facultades
fundaron sus Anuarios o Revistas, sobreviviendo en el tiempo
solamente algunas de ellas hasta nuestros días. De ello daremos cuenta en
próxima Crónica. No es hasta la década de los ochenta del siglo XX, cuando
tiene lugar lo que hemos denominado el “boon de las revistas especializadas”,
con excepción de los periódicos que no tuvieron una continuidad, una vez
concluida cada gestión rectoral, cuando los hubo en lagunas de éstas.
Nuestra condición de historiador y coordinador
de la Cátedra Libre
de Historia de la
Universidad de Los Andes ha generado la preocupación por
preservar cualquier fuente que pueda sustentar la memoria histórica de esta
institución universitaria, en particular la tarea de recuperar las reseñas de
sus actividades aparecidas en la prensa local y el registro de los hechos que
conforman la historia contemporánea de la Universidad de Los
Andes; así como el compromiso con una institución que merece y requiere un trabajo
sistemático y organizado que recupere información sobre su actuación,
funcionamiento y proyección en el tiempo, a fin de que pueda ser utilizada en
el futuro por historiadores y demás estudiosos de su dinámica académica y
administrativa. Preocupación también expresada en el rescate, conservación y
difusión de las publicaciones periódicas de la ULA con esos mismos propósitos. Cabe señalar que la Universidad de Los
Andes es privilegiada para un trabajo de esa naturaleza, comparándola con las
otras universidades del país, pues en éstas la información en la prensa nacional
es dispersa y esporádica, más relacionada con los conflictos gremiales, la
protesta estudiantil, solicitud de aumentos de sueldos o actos de carácter cultural. En Mérida la
situación es diferente, ya que sus periódicos difundían permanentemente en los
siglos XIX y XX, incluso en períodos vacacionales, las actividades de la ULA, no sólo en cuanto a las
referidas situaciones, sino también de sus problemas internos: programas de
investigación, extensión cultural, publicaciones, viajes de profesores y de
autoridades, elección de autoridades, de representantes profesorales y
dirigentes gremiales; deceso de docentes y familiares; partidos políticos y la Universidad;
encuentros deportivos de los profesores, estudiantes, empleados y obreros,
programas de salud, residencias y comedores estudiantiles; hechos delictuales
en sus recintos; actos de grados; profesores visitantes; doctorados Honoris
Causa; condecoraciones a personajes eméritos; política matricular; reuniones
del Consejo Universitario; concursos de cargos; convenios interinstitucionales;
problemas de orden interno relacionados con su funciones de docencia,
investigación y extensión.
Dentro de nuestra preocupación, desde la referida
Cátedra, por el rescate de la memoria
histórica, historiográfica y documental, las publicaciones periódicas (anuarios, gacetas, revistas, boletines y periódicos) han ocupado una atención particular, en tanto las
mismas contienen importante información de la cotidianidad universitaria, no
existente propiamente en los documentos oficiales de la institución, sean estas
publicaciones de la
Universidad, de Mérida, de Los Andes o de Venezuela. En
cuanto a las no institucionales, se han orientado investigaciones con la
participación de estudiantes de la
Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Educación, conducentes
a sus respectivas Memorias de Grado, sobre periódicos como El Vigilante, Diario Patria,
Correo de Los Andes, Frontera, Cambio de Siglo y Pico
Bolívar. De igual manera, además de Universidad,
los trabajos de Juan Carlos
Albornoz y Néstor Ricardo Fernández Angulo: La
Universidad de Los
Andes en el periódico estudiantil Lid. Taller de la Democracia (1958-1960)
(Mérida, Escuela de Historia / Universidad de Los Andes, 2012. Memoria de Grado
presentada para optar al título de Licenciado en Historia); Javier Alexander
Márquez: Hoy Viernes: Un periódico de la Universidad de Los
Andes (1997-2000) (Mérida, Escuela de Historia / Universidad de Los Andes,
2012. Memoria de Grado presentada para optar al título de Licenciado en
Historia) y Yasmira Carrasquero: Medio
siglo de periodismo en la
Universidad de Los Andes: transición de lo impreso a lo
digital 1958-2012. Mérida, Universidad de Los Andes / Maestría en Historia de Venezuela, 2017 (Trabajo
de Grado para optar al Título de Magíster Scientiae en Historia de Venezuela). Trabajos
sobre los que nos referiremos en otras Crónicas.
La
Universidad de
Los Andes no ha sabido mantener una política sistemática y sostenida sobre sus
periódicos, tanto los identificados con gestiones rectorales como las gremiales,
pues tuvieron muy corta vida. Otras universidades nacionales y autónomas del
país pudieron mantener por más tiempo sus periódicos, desde finales del siglo
XIX, como aconteció en la
Universidad del Zulia, la Universidad Central
de Venezuela, la
Universidad de Carabobo y la Universidad de
Oriente. También universidades privadas contaron periódicos en algún momento. Esa
carencia de política periodística se inició con la supresión de la publicación
de Universidad en 1958, que vamos a reseñar en esta Crónica, y
continuó con otros, como fue el caso de El
Correo Universitario, Clarín
Universitario, APULA Informa, Actividad Cultural Universitaria, El Universitario, Tribuna Universitaria, El
Nuevo Gremio, Alcance, Semanario de la Universidad de Los
Andes: Hoy Viernes y ULA. Universidad.
Esa identificación con autoridades universitarias o gremiales determinó que al
culminar sus respectivas gestiones, quienes las asumieron, no dieron
continuidad, más por razones políticas e ideológicas que por concepciones
distintas sobre la Universidad. Siempre
hubo un nuevo comenzar, sin considerar antecedentes ni logros alcanzados. Lamentablemente,
además de no haber habido interés en su continuidad, con raras excepciones esos
periódicos no existen en Hemerotecas de la Universidad de Los
Andes, como tampoco de la ciudad. Un hecho que obviamente incide en el desconocimiento
de la cotidianidad universitaria de sus respectivos momentos que, que vale
decir, de su historia contemporánea, de los años en los que fueron publicados.
Debemos señalar que antes del periódico Universidad (1956-1958) existieron otros no propiamente
institucionales, patrocinados por universitarios o por personas vinculadas
indirectamente a la ULA. Es el
caso de El Estudiante (1874), que
tenía como lema: “De la educación de la juventud depende el porvenir de la Patria”. Su redactor era el
Br. Luis M. Gil Chipia, editándose 8 números entre abril y junio de 1874,
semanalmente (jueves), a dos columnas y promedio de 4 páginas, con un precio de
suscripción de 0.30 céntimos. Sus artículos eran sobre literatura o temas de
interés general. El siguiente periódico fue El
Ecos Universitarios (1878-1879), cuyo administrador fue Asunción Cárdenas,
quien cumplía funciones de empleado de la Universidad. Se
editaron 6 números, entre octubre de 1878 y enero de 1879, semanalmente
(viernes), a tres columnas en cuatro páginas, al precio de “2 centavos
fuertes”. Los artículos mayormente eran de carácter universitario. La Gaceta
Forense (1915) fue un “Órgano del Liceo de Ciencias Política
de Mérida”; especie de academia estudiantil adscrita a la Facultad de Ciencias
Políticas, bajo la dirección de Pedro Pablo Guzmán, actuando como redactores
los alumnos de esa dependencia universitaria Tulio Gonzalo Salas y Antonio J.
Sánchez. De igual manera, colaboraron con artículos profesores y estudiantes:
Roberto Picón Lares, Julio Consalvi, Florencio Ramírez, José Domingo Tejera,
Amenodoro Rangel, Domingo Sardi L., M. S. Borrego y Julio Monagas. La Vivora
(sic) de 1915, “Órgano de los Estudiantes de Filosofía”. Pedro Telmo fungió
como Director, bajo la redacción de F. Duportal y la colaboración de Miguel A.
Caro. Tuvo una periodicidad irregular, con cuatro páginas a dos columnas y
distribución gratuita, con temas de literatura y filosofía. Tribuna del Estudiante (1928), con el
lema de “Escribe con sangre y sabrás que la sangre es espíritu”. E. Urdaneta
Pulgar fue su Director; A. Matheus González, el redactor; y la colaboración de Antonio
A. Iriarte, Job Morales, G. Villalobos, E. Urdaneta Pulgar. Sólo apareció un
número, el 16 de diciembre de 1928, con cuatro páginas a 3 columnas, y publicidad en los artículos,
referidos éstos a temas científicos y literarios. Rebeldía (1947), se identificaba como “Órgano de la Universidad de Los
Andes”, sin que fuera efectivamente un periódico de la institución. Una
iniciativa de estudiantes, siendo su Director Ángel Gerónimo Villasmil; los
redactores: Luis Bastardo R., Camilo Díaz P., Alfonso Castillo, Luisa Guimare y
Domingo Bozo; colaborando con noticias y artículos sobre la educación superior,
entre otros: A. Rodríguez G., Juan A. Gómez Ch., C. Zamora Montes de Oca.
Solamente se publicó un número, el 11 de octubre de 1947, con lustraciones y
publicidad, en cuatro páginas a cuatro columnas.
Estos periódicos, de corta duración, fueron iniciativas de estudiantes
de distintas carreras, sin que la Universidad de Los Andes, como señalamos,
asumiera responsabilidad editorial y económica. Los mencionados periódicos no
se localizan en sus bibliotecas y hemerotecas, más si en la Colección de
Publicaciones Periódicas de la Biblioteca
Febres Cordero, lo que puede advertirse en el exhaustivo
trabajo compilatorio de la historiadora Yolanda Mattera: Hemerografía Merideña (Mérida, Gobernación del Estado Mérida / Instituto Autónomo Biblioteca nacional y de
Servicios de Bibliotecas, 1983, 333 p.). En lo que respecta a la citada Gaceta Forense, véase el trabajo de Gregory Uzcátegui
Marquina: El Liceo de Ciencias Políticas de Mérida y el Liceo Universitario
(1906-1932): Dos dependencias de la Universidad de Los Andes (Mérida,
Escuela de Historia / Universidad de Los Andes, 2008. Memoria de Grado
presentada para optar al título de Licenciado en Historia). Para suplir la
carencia de un medio de comunicación propio, la institución universitaria
recurrió a la prensa merideña, sobre todo por que muchos de sus propietarios o
editores eran profesores o estudiantes de la misma. Esto ocurrió desde la
segunda mitad del siglo XIX y en el siglo XX, cuando distintos catedráticos
fueron propietarios, directores, redactores y colaboradores de un número
importante de periódicos semanales, quincenales o mensuales, de lo que daremos
cuenta en próxima Crónica. En lo que respecta a la centuria decimonónica,
remitimos al estudio de Airam Rubiselis Zerpa Angulo: Universidad de Los Andes: Un registro hemerográfico del siglo XIX,
1846-1899 (Mérida, Escuela de Historia / Universidad de Los Andes, 1996 (Memoria de
Grado presentada para optar al Título de Licenciada en Historia). En la
presente centuria la presencia universitaria se manifiesta, en menor grado, con
noticias y artículos en Frontera Digital
y Pico Bolívar, si se le compara con
la manera tan extensiva de participación desde la segunda mitad del siglo XIX
en la desaparecida prensa merideña.

omo se indicó, el periódico Universidad.
Órgano Quincenal al Servicio de la Cultura Venezolana, fue publicado entre 1956 y 1958, bajo
el auspicio de la Dirección
de Cultura de la ULA,
con pleno apoyo de las autoridades universitarias, particularmente del Rector
Joaquín Mármol Luzardo (1953-1958), con participación de profesores, empleados
y estudiantes. Apareció por
primera vez el 24 de octubre de 1956 y se editó hasta el 7 de marzo de 1958, en
la transición de la dictadura a la democracia venezolana. Este medio de comunicación
escrita estuvo vigente durante casi tres años con la edición de 11 números, el
último de ellos después de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, al inicio
de la era democrática. Los primeros ocho números de Universidad aparecieron quincenalmente, mientras que los tres
últimos se hicieron con una periodicidad diferente, denominándose en éstos con
el subtítulo de Boletín Mensual de la Universidad de Los
Andes. Universidad incluyó
noticias y artículos de opinión, no solamente sobre el acontecer universitario,
sino también con información importante de carácter educativo, cultural,
científico, político, económico, social y deportivo de la Universidad, Mérida,
de los Andes, Venezuela y del mundo. En lo que a la ULA se refiere, su contenido
variaba en sus distintas ediciones, comprendiendo actividades de la
universidad, noticias acerca de distintos asuntos de autoridades, profesores,
estudiantes y empleados. Además de la inserción de artículos sobre relacionados
con las humanidades, la cultura y las ciencias naturales. Contenido de
importancia para la reconstrucción parcial de la historia de este instituto de
educación superior durante los años de su edición.
La dirección del periódico Universidad
estuvo a cargo de Alirio Abreu Burelli, durante los primeros ocho números.
Alternativamente fueron sus redactores Alfonso Méndez Carrero y Jorge Francisco Rad. Este último asumió la
dirección en el número nueve, acompañado en la redacción por Domingo Batista y
Rubén Ardila. Durante sus tres años de existencia fueron colaboradores,
mayormente universitarios: Rafael R. Gavidia, Pedo Nicolás Tablante Garrido,
Nelson Villafare, Luis Rodríguez Torres, Gládys Valero de Pérez, Lisandro
Urriola, Domingo Miliani, Joaquín Mármol Luzardo, Honorio Cordero, Restituto
Ferrer Soto, Pedro A. Velásco. Andrés Zawrotsky, Francisco Tamayo, Hugo Santos,
T. Cacero Correa, Julio Peñalver Gómez, Atilio Storey Richarson. En la décima
edición aparece este lema: “Por el Frente Cívico Estudiantil”. Volviendo como
Director Alirio Abreu Burelli, en el número once, colaboraron con noticias y
artículos, además de algunos de los mencionados, Ernesto Pérez Batista, José
Mendoza Angulo, César Rincón, Jorge Francisco Rad, Julio Peñalver, Francisco
Gavidia, Juan Calzadilla, Atilio Storey Richardson y Ernesto Leal M. En esa
última edición se señala a Jorge Francisco Rad como Jefe de Redacción, mientras
que el de Información lo sería Gilberto Caraballo, con la asesoría de Ernesto
Pérez Baptista, Emiro Altuve, Horacio López Guédez y Luisa F. Orellana. En su
mayoría vinculados con el estudio de las humanidades, la cultura y la historia.
Cabe señalar que de los nombrados, unos eran empleados vinculados o no
con el periódico; otros profesores y estudiantes de la Universidad, quienes
vieron este medio de comunicación como un importante espacio para exponer sus
ideas o divulgar temas de interés cultural o institucional. Algunos de ellos
culminaron sus respectivas carreras y abandonaron la ciudad para ejercerlas en
otros lugares; mientras que otros fueron luego profesores: Francisco Gavidia,
Ernesto Pérez Baptista y Horacio López Guédez
(Humanidades y Educación), Jorge Francisco Rad (Derecho), Domingo
Batista (Medicina) y José Mendoza Angulo (Derecho y Economía). Universidad
se editaba quincenal o mensualmente, en un tamaño de 44 x 30 o 48 x 33
cms., con ilustraciones, entre cuatro y cinco columnas, variando de 4 a 8 páginas. Características
editoriales y de contenido de esta publicación periódica pueden advertirse en
las imágenes de los tres primeros números que acompañan este texto. Dos nuevos
periódicos sustituyeron Universidad, también de breve duración: Lid. Taller de la Democracia
(1958-1959), creado y dirigido por estudiantes, y Universidad de Los Andes (1960-1961), establecido por las
autoridades universitarias de entonces. En adelante serán las Revistas y los Anuarios los encargados de cuenta de las actividades de la ULA de enseñanza,
investigación y extensión, de manera general de la institución o particular de
cada Facultad, a los que estuvieron adscritos. En ningún caso, nada comparable
con las publicaciones generales que existieron entre 1891 y 1961: Anuario de la Universidad de Los
Andes, Gaceta Universitaria, Bibliotheca y Universitas Emeritensis, cuyos contenidos constituyen testimonios de
mucho valor histórico, en lo que la institución se refiere en lo concerniente a
la divulgación de las mencionadas actividades. Mientras que las publicaciones
editadas con posterioridad prestaron más atención a la difusión a los distintos
conocimientos impartidos e investigados en cada una de las unidades académicas
que las crearon.

Con esa misma inquietud de incorporar a los estudiantes de la Escuela de Historia a la
investigación sobre la
Universidad de Los Andes, propusimos a la Bachiller Yohana
González Alarcón, bajo nuestra tutoría, la realización de su Memoria de Grado: Universidad: Un periódico de la Universidad de Los
Andes en la transición de la dictadura a la democracia (1956-1958), todavía
en progreso, cuyo contenido incluimos, para dar una idea del valor histórico e
historiográfico de esta publicación periódica. Lo cual permitirá también
advertir logros y limitaciones de la institución universitaria durante los tres
años de su edición, como antesala de lo que acontecerá en la misma en la década
siguiente, en la que sus autoridades no alcanzaron modificar radicalmente el modelo
académico-administrativo heredado del siglo XIX y primera mitad del XX. Sirva
también esta crónica de estímulo a su autora, para que pronto de culminación a
esta investigación:
UNIVERSIDAD: UN PERIÓDICO DE LA UNIVERSIDAD DE LOS
ANDES
EN LA TRANSICIÓN DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA (1956-1958)
Yohana González Alarcón
Introducción.
Capítulo I
La prensa como fuente para la historia.
Capítulo II
Presencia de la
Universidad de Los Andes en la prensa de Mérida.
Capítulo III
Las publicaciones periódicas generales de la Universidad de Los
Andes que anteceden a la edición del periódico Universidad: 1. Anuario de la Universidad de Los
Andes (1891-1901). 2. Gaceta
universitaria (1904-1937 y 1945-1947). 3. Universidad de Los Andes (1937-1944). 4. Universidad (1944). 5. Bibliotheca
(1954-1956). 6. Universitas Emeritenses
(1954-1961). 7. Anuarios y Revistas de
Facultades (1950-1958).
Capítulo
IV
Universidad. Un periódico de la Universidad de Los
Andes en la transacción de la dictadura a la democracia (1956-1958): 1.
Contexto histórico de Mérida y la Universidad.
2. Razones de la creación. 3. Dirección y Consejo Editorial. 4.
Contenido general. 5. Noticias y artículos de opinión (periodistas y
articulistas). 6. La ULA
como tema particular del periódico Universidad:
fuentes para su estudiio.
Capítulo V
La transición de la dictadura a la
democracia: ¿continuidad o discontinuidad universitaria? a través de Universidad.
Apéndices
Índice del periódico Universidad.
Reproducción facsimilar digitalizada de Universidad.
Mérida, 24 de
octubre de 2025.
(*) Coordinador de la Cátedra Libre de Historia de la Universidad de Los
Andes. Premio Nacional de Historia Francisco González Guinán (1989). Premio
Nacional de Historia (2019). Premio nacional de Cultura (2024).